miércoles, 9 de marzo de 2016

¿HACER PREGUNTAS?

Desde bien pequeños, se nos enseña a tener la respuesta correcta. Y se premian esas respuestas correctas, mientras que las repuestas “erróneas” se ignoran o incluso se castigan.

Los niños y niñas hacen continuamente preguntas porque necesitan saber, conocer. Luego, en la escuela, nos premian por las respuestas “adecuadas” y nos van limitando el mapa si no contestamos según lo establecido. Con mapa me refiero a todo eso que tenemos en nuestra cabeza,  eso que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida a través de nuestra observación, experiencias, libros…, llamémoslo nuestro programa mental.


Así poco a poco, vamos haciendo que nuestra escucha sea para contestar, no para entender lo que la otra persona nos quiere decir.



Debemos esperar y prestar toda nuestra atención para escuchar lo que dice y lo que no dice, eso que está diciendo con el lenguaje no verbal, con su postura, con su tono de voz, su mirada… y hacer preguntas si necesitamos aclarar algo o para saber si hemos entendido bien lo que nos quería decir.

Hacer preguntas, amplia nuestra información, evita malos entendidos y seguro mejorará nuestra comunicación con esa persona.

Soltemos ese hábito de adelantarnos a contestar o incluso a suponer lo que la otra persona nos quiere decir, abrámonos a la buena escucha, esa que está preparada para entender, que fija la atención en esa persona que tenemos delante, que cuenta con toda nuestra atención.




¡No!! De veras, no hace falta contestar ya!
¡Espera!
Espera al menos 4 segundos antes de responder.

¿Sabes cuánto tarda nuestro cerebro en procesar la información adecuadamente? (Que no sea en situaciones de emergencia o peligro) ….

¡6 segundos!

Así que démonos tiempo antes de contestar.



Te animo a que durante esta semana practiques con la escucha,
la escucha para entender.



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