lunes, 4 de junio de 2012

VÍNCULOS QUE SANAN

VÍNCULOS QUE SANAN.


Voy a compartir un artículo de Jorge Bucay que ronda en mi cabeza cada vez que veo a personas limitándose, en lugar de potenciarse. Es quizás algo que deberíamos parar a pensar de vez en cuando, cada vez que sintamos frustración hacia otras personas o hacia nosotros/as mismos/as. Cuando se generan conflictos, quizás sea el momento de parar, y escuchar desde dentro hacia fuera.

Si tuviera que ensayar una breve definición, elegiría poner el acento en señalar que una relación sana es, a grandes rasgos, aquella que empuja y sostiene el crecimiento de todos aquellos que la viven, sean dos, tres o cientos de personas; y agregaría además, que estas relaciones se podrían identificar también por el placer que generan y lo gratificantes que resultan.
Desde este punto de vista, las relaciones enfermizas podrían entonces definirse como aquellas que nos hacen permanecer estancados, bloqueando nuestro potencial o, aún peor, haciéndonos retroceder con dolor y amargura en el camino de nuestro desarrollo personal.

¿Cuántas relaciones del tipo enfermizas y cuantas relaciones sanas mantenemos? ¿Qué nos aportan cada una de ellas? ¿Cómo nos sentimos con cada una de ellas? ¿En qué relaciones "eres más tú", más auténtica/o?

Avanzar es siempre un proceso dinámico, tres pasos hacia delante y dos hacia atrás.
Cabría preguntarnos por qué construimos este tipo de vínculos y por qué hacemos todo tipo de esfuerzos para sostenerlos, aún sabiendo que no solo son incapaces de ayudarnos a crecer sino que en lo cotidiano son la causa más evidente de nuestro fastidio y sufrimiento.
Cuando la relación es sana y nutritiva, son los aspectos sanos los que se complementan; mientras que en una relación enfermiza, el "enganche" se da justamente entre los aspectos más conflictivos de ambos.
La salida, como siempre sucede, está en comprender la realidad de la situación en la que vivimos y asumir nuestra responsabilidad, tanto en el problema como en la solución. Difícilmente alguien tendrá sobre mí un poder que no sea el que yo le dí.

Buda dijo que si sabemos mirar profundamente nuestro sufrimiento y reconocer qué lo alimenta, estamos en el camino de la liberación.

Creer en nosotros mismos, la fe en que podemos cambiar los patrones de conducta que no nos favorecen y la adopción de una sabiduría son importantes para la transformación exitosa de nuestro comportamiento.

Y ahora... ¿de qué te estás dando cuenta sobre tus relaciones? ¿Cuáles te potencian como persona y cuáles te limitan? ¿Qué puedes hacer al respecto?

2 comentarios:

  1. Felicidades Bea por este nacimiento al universo de la comunicación y felicidades por el tema elegido que me recuerda que desde hace algunos meses un grupo de coaches estamos viviendo una relación que responde claramente al título de la entrada ¿no te parece?. Gracias por estar con nosotros y sigue así. JMO

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  2. Muchas gracias por tu comentario JMO!!
    Así lo veo yo también!! Potenciaremos mucho más relaciones sanas ;)
    Un saludo!

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